Si le dices “NO” al cannabis, le estás diciendo “NO” al futuro

Estimado lector, con la intención de no herir a nadie permítame decirle que no estoy hablando de consumo abierto y recreativo, ni tampoco le pido que apoye a aquellos seres que vemos en los parques por las noches a los que los más grandes de nuestra sociedad les temen tanto. Habló del futuro de la medicina, de la industria textil, papelera y científica.
Desde el inicio de muchas civilizaciones se utilizó el cannabis como una planta “multitasking” y ahora con el cambio de visión mundial podemos decirle a usted, nuestro querido lector que el cannabis puede tener un uso perfecto para usted.
Empecemos por la semilla, la mayoría de personas prefieren sembrarlas para tener una hermosa planta.. pero en algún momento de la historia alguien decidió triturar las semillas que no daban plantas ricas en cannabinoides psicoactivos y nació el ¡aceite de semilla de cáñamo!
Estas semillas tienen un sabor parecido al de la nuez y muchísimas propiedades nutricionales gracias a los ácidos grasos esenciales que contiene y que pueden disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y la proliferación de diferentes tipos de cáncer.
Pero y si no quiere hacer aceite o harina de semillas y decide ayudar a germinar las semillas, no se preocupe, hay otros usos comunes para el cannabis; después de un hermoso tiempo de crecimiento y floración, llegará el momento de la cosecha, este día mientras arregla sus flores para ser secadas podrá obtener las hojas que muchos llaman “desecho de la cosecha” y que otros muchos utilizan para hacer preparaciones y pomadas de forma artesanal.
No lo vea como una declaración científica, pero puede dejar estos desechos macerados en alcohol y alguna de sus tías lo aprovechara para aplicárselo en las piernas y reducir el dolor, la inflamación y el cansancio.
Por último, tenemos la flor, el cogollo que el cultivador cuidadosamente secó y curó.. los más clásicos pensarán que esta listo para ser “fumado”, pero nosotros, que no apoyamos el acto de quemar un medicamento decimos “¡Está listo para ser procesado!” así que en ese momento pueden surgir diferentes corrientes, estarán los que prefieren vaporizar a tres diferentes temperaturas para obtener diferentes resultados, habrá quienes prefieran los comestibles y por supuesto los industriales que en este momento tan importante entregan el producto de su esfuerzo al laboratorio de transformación para hacer aceites y resinas de calidad farmacéutica que finalmente lleguen al paciente como gotas, pastillas, parches, tampones, infusiones y preparados.
Y acá ¡empieza el futuro! el momento en que una madre ve cómo su hijo pasa de 100 convulsiones a 4, 3 o ninguna; el momento en que una persona con Parkinson empieza a sentir de nuevo que tiene el control sobre su cuerpo; el momento en que un esposo ve como su esposa vuelve a comer con apetito y sin malestar luego de una quimioterapia. Ese es el futuro al que le dice que NO, el futuro donde los pacientes y las familias pueden llevar su enfermedad a un nivel que permita seguir con su vida, donde tienen calidad de vida, donde no hay dolor de tiempo completo y sobre todo donde no hay efectos secundarios, un futuro donde usted, estimado lector, querrá estar y ser parte del progreso y el futuro que representa el cannabis medicinal.
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